Culture and Climate
Anyone who pays any attention to the District should be aware that last week was a very upsetting one for us. A student at John Knight Middle School made a post on Instagram that was overtly racist and hateful, specifically toward African-American students, and our Principal, Kamilah O’Connor, who is a black woman. We emailed messages home, held two press conferences, spoke with print media, and did everything else that we could to make sure that this incident was reported widely, and taken with the utmost seriousness by the District. We encourage you to find coverage on any of the Sacramento news stations to learn about the incident and its impact on students and families who were included in the offensive post.
A point that was correctly made several times since last week is that African-Americans are not the only group of people in the District or society on the whole who experience discrimination and/or harassment in some form. Individuals from various ethnicities and races, different genders, religious groups, and many other identities have in the past, or are currently reporting disturbing and horrible incidents or situations. Saying that “this just does not happen in Dixon” is not an acceptable position for us to take, and nothing excuses or justifies the fact that things do happen here.
How and what a group of people believe and do is a definition of culture, while climate, in this context, refers to how the people within a culture feel about their experiences. Dixon Unified has a culture similar, but ultimately unique, from other school districts, while the same can be said about our schools. Our culture and climate is very positive in most ways, but has significant areas that cannot be described in the same manner. No organization has 100% buy-in from its members. In any group of people, individuals are different in what they believe and do, and people also react differently to common experiences. So, the interpretations of the culture and climate of Dixon Unified and each of its schools vary widely between students, families, staff, and our bigger community.
Our investigation into the social media post from last week indicates that a single middle school student was responsible for creating and posting the pictures and message that went out. As a result, some people are saying that we have made too much of a big deal about this situation because it is only one student behind it. The sad reality is that the post violates any sense of decency, is hateful and derogatory, yet has members of our district and school community who do not see it as a problem. We received messages from outsiders telling us the same thing. In fact, this post was a violation of the Education Code of the State of California and District and school policies and regulations specifically stating that this type of message is against the law. It is hate speech, discrimination, and harassment. There is no possible rationalization for any value to it.
As a District, we have a responsibility to build a positive and constructive culture that honors and protects all of its members. We have policies and programs in place to teach this, administer disciplinary consequences and attempt mediations with students, provide counseling and other mental health supports, meet and work with families, train staff, and in the end – we have a culture that includes hate, hostility, mistreatment, and many other negative behaviors in a minority of people. While sincere, our efforts in addressing this are not always adequate or effective enough. This recent situation has highlighted this fact and has, correctly, brought questions about what we are doing.
Authorized by the Governing Board in December, we are in the process of forming a Culture and Climate Committee with stakeholders from across the District to work together on better defining our challenges and planning the steps to take to address them. We are continuing the work of our Equity Task Force, emphasizing professional development for staff that better prepares them to assist in developing, teaching, and supporting the positive culture that we are working to build, and we are engaging our students in the thoughtful and brave conversations and steps needed to make the necessary changes amongst and within them.
Each of our students, families, and staff members have the right, embedded in law and policy, to be free of discrimination, harassment, and hate. We have not yet been able to guarantee these conditions, and perhaps we are foolish that we are committed to the effort given the larger environment around us where the same expectations exist but are routinely objected to and ignored. There cannot be excuses around doing this work. It is challenging and no one has figured all of it out yet, but we have a moral and ethical obligation to follow.
We will continue to be questioned about if what we are doing is enough and if our actions will have the desired impacts. We should be watched and held accountable. We should also receive assistance and support. Who is on board?
Cultura y Clima
Cualquiera que preste atención al Distrito debe saber que la semana pasada fue muy perturbadora para nosotros. Un estudiante de la escuela secundaria John Knight hizo una publicación en Instagram que era abiertamente racista y llena de odio, específicamente hacia los estudiantes afroamericanos y nuestra directora, Kamilah O’Connor, que es una mujer negra. Enviamos mensajes por correo electrónico a casa, realizamos dos conferencias de prensa, hablamos con los medios impresos e hicimos todo lo posible para asegurarnos de que este incidente fuera ampliamente informado y tomado con la mayor seriedad por parte del Distrito. Lo alentamos a buscar cobertura en cualquiera de las estaciones de noticias de Sacramento para conocer el incidente y su impacto en los estudiantes y las familias que se incluyeron en la publicación ofensiva.
Un punto que varias personas señalaron correctamente es que los afroamericanos no son el único grupo de personas en el Distrito que experimenta discriminación y/o acoso de alguna forma. Individuos de muchas etnias y razas, diferentes géneros, grupos religiosos y muchas otras identidades han informado incidentes o situaciones en el pasado o actualmente lo están haciendo. Es un hecho desafortunado que los problemas identificados aquí se extiendan mucho más allá del Distrito Escolar, como lo demuestra lo que vemos y leemos en las noticias. Este hecho no excusa ni justifica nada de lo que ocurre en el Distrito.
Cómo y qué cree y hace un grupo de personas es una definición de cultura, mientras que el clima, en este contexto, se refiere a cómo las personas dentro de una cultura se sienten acerca de sus experiencias. El Distrito Unificado de Dixon tiene una cultura similar, pero en última instancia única, a la de otros distritos escolares, mientras que lo mismo puede decirse de nuestras escuelas. Nuestra cultura y clima son muy positivos en la mayoría de los sentidos, pero tienen áreas significativas que no se pueden describir de la misma manera. No todos creen y actúan sobre la base de la cultura amplia, y no todos sienten que el clima es el mismo.Ninguna organización tiene el 100% de aceptación de sus miembros En cualquier grupo de personas, los individuos son diferentes en lo que creen y hacen, y las personas también reaccionan de manera diferente a las experiencias comunes. Por lo tanto, las interpretaciones de la cultura y el clima del Distrito Escolar Unificado de Dixon y cada una de sus escuelas varían ampliamente entre los estudiantes, las familias, el personal y nuestra comunidad en general.
Nuestra investigación sobre la publicación en las redes sociales de la semana pasada hasta este momento indica que un solo estudiante de secundaria fue responsable de crear y publicar las imágenes y el mensaje que se envió. Como resultado, algunas personas dicen que le hemos dado demasiada importancia a esta situación porque solo hay un estudiante detrás de esto. La triste realidad es que la publicación viola cualquier sentido de la decencia, es odiosa y despectiva, y tiene miembros de nuestro distrito y comunidad escolar que no la ven como un problema. De hecho, esta publicación fue una violación del Código de Educación del Estado de California y de las políticas y reglamentos escolares y del Distrito que establecen específicamente que este tipo de mensaje es ilegal. Es discurso de odio, discriminación y acoso, y debe decirse que es parte de la cultura de algunos miembros de la comunidad del Distrito.
Cómo Distrito, tenemos la responsabilidad de construir una cultura positiva y constructiva que honre y proteja a todos sus miembros. Tenemos políticas y programas implementados, administramos consecuencias disciplinarias e intentamos mediaciones con los estudiantes, brindamos asesoramiento y otros apoyos de salud mental, nos reunimos y trabajamos con las familias, capacitamos al personal y, al final, tenemos una cultura que incluye odio, hostilidad, maltrato, y muchos otros comportamientos negativos. Aunque sinceros, nuestros esfuerzos no siempre son adecuados o lo suficientemente efectivos. Esta situación reciente ha puesto de relieve este hecho y, correctamente, ha centrado la atención en lo que está haciendo el Distrito para abordar estas partes horribles de nuestra cultura.
Con la autorización de la Mesa Directiva Escolar en diciembre, estamos en el proceso de formar un Comité de Cultura y Clima con partes interesadas de todo el Distrito para trabajar juntos para definir mejor nuestros desafíos y planificar los pasos a seguir para abordarlos. Continuamos con el trabajo de nuestro Equipo de Trabajo de Equidad, enfatizando el desarrollo profesional para el personal que los prepara mejor para ayudar a desarrollar, enseñar y apoyar la cultura positiva que estamos trabajando para construir, y estamos involucrando a nuestros estudiantes en el reflexivo y conversaciones valientes y pasos necesarios para hacer los cambios necesarios.
Cada uno de nuestros estudiantes, familias y miembros del personal tiene el derecho, incorporado en la ley y la política, de estar libre de discriminación, acoso y odio. Todavía no hemos podido garantizar estas condiciones, y tal vez seamos tontos por comprometernos con el esfuerzo dado el entorno más amplio que nos rodea, donde existen las mismas expectativas, pero se las objeta y se las ignora de manera rutinaria. No puede haber excusas para hacer este trabajo. Es un desafío y nadie lo ha resuelto todavía, pero tenemos la obligación moral y ética de seguir.
Nos seguirán cuestionando si lo que estamos haciendo es suficiente y si nuestras acciones tendrán los impactos deseados. Deberíamos ser observados y responsables. También debemos recibir asistencia y apoyo. ¿Quién está a bordo?